.-Takamatsu
Toshitsugu-.
.- Takamatsu Toshitsugu:
Moko No Tora. “El Tigre de Mongolia.”
Takamatsu
Toshitsugu nació en Kobe el 1 de marzo de 1888. (Meiji 22.)Sus ancestros
eran miembros de un clan de los bosques de Takeo, situado en las zonas montañosas de la
provincia de Iga. (Actual prefectura de Mie.)
Comenzó su entrenamiento a los nueve años por
iniciativa de su padre, quien pensaba que Takamatsu era muy tímido, y en la
escuela lo llamaban “el niño llorón”. Su primer maestro fue su abuelo, Toda
Shinryuken Masamitsu, quien lo inició en Shinden Fudô Ryû. Al cabo de un año
Toda le empezó a enseñar los Waza.
A los diez años tubo la oportunidad de que no
lo llamaran más “el niño llorón”. Esto
sucedió en una clase de Sumo, cuando su profesor le pidió que subiera al ring
(Dôhyô) a participar de una lucha. Takamatsu derribó fácilmente a ocho o nueve
oponentes. Después de este episodio la gente comenzó a tratarlo con respeto.
Luego de aprender Shinden Fudô Ryû, estudio
Koto Ryû Koppo Jutsu. Su increíble habilidad lo hizo dominar estos dos estilos
cuando tan solo tenía trece años de edad.
Más tarde comenzó a estudiar Togakure Ryû Ninjutsu como así también
Takagi Yoshin Ryû en el Dôjô de Tadafusa
Mitsuta Yoshitaro.
Su peso a los doce años había aumentado a
124lbs (55Kg.) debido a sus vigorosos entrenamientos. En el Dôjô lo llamaban: “Kotora.” (Pequeño tigre.); Allí encontró
buenos amigos aunque tubo algunos enfrentamientos con practicantes de otras escuelas,
ya que en esos tiempos era costumbre probar las técnicas de una escuela contra
otra.
Un episodio al que se puede hacer referencia
tuvo lugar cuando dos Musashi Bugeisha fueron al Dôjô de Toda Sensei. Así cuenta la historia conocida como Kotora y
Kanzaki:
- Takamatsu Sensei fue llamado Kotora, pequeño tigre,
cuando tenia aproximadamente quince años de edad, asistía a una escuela inglesa
en Kobe. En su camino de regreso a casa, pasó a visitar el hall de ejercicio de
Shinryuken, de su abuelo Toda Sensei. Toda Sensei le dijo a Kotora: “Has
llegado justo a tiempo. Hitotsubashi y Kanzaki, ambos maestros de Taijutsu de
la escuela Musashi, acaban de desafiarnos a una pelea. Kotora ¿Irás contra
ellos?”
“Si lo haré.” Dijo Kotora.
Kotora fue primero contra Hitotsubashi,
abrumándolo con fuerza espiritual. Parecía
que estaba usando una forma de Shirabergata u observación de los movimientos
del oponente. Kotora apiló presión espiritual contra él lenta pero
constantemente. Hitotsubashi fue abrumado e intentó atacar a una parte vital de
la caja torácica de Kotora con su puño derecho. Kotora desvió el golpe con su
mano derecha y tomó una postura baja – la forma sensei - para barrerlo. Hitotsubashi saltó.
En el mismo momento que Hitotsubashi estaba
listo para agarrar a Kotora desde el aire en un contraataque con manos y pies,
Kotora profirió un Kiai espiritual.
Hitotsubashi cayó de cabeza, con tal impacto que sonó como si el suelo
se hubiese roto. Hitotsubashi se desmayó.
Observando
la escena, Kanzaki se levantó. Como en
el combate anterior, Kotora y su oponente se clavaron la mirada el uno al otro,
cara a cara, aplicando presión espiritual. Kanzaki era un genio de 29 años de
edad, a quién se llamaba el Kishin de la
escuela Musashi. Incluso le estaba permitido conferir la maestría total en el
Taijutsu de la escuela de Kanzaki Musashi.
Ambos pensaron, “El es mi igual.”, y por un rato compitieron con sus
ojos y su poder mental. De repente, la mano de Kanzaki saltó, pero era una amague. Kotora, que era joven y
confiado, reaccionó, esperando un golpe de la mano derecha de Kanzaki, girando
su mano izquierda, pero estaba atrapado. Kanzaki golpeó con fiereza a la
articulación del codo izquierdo con el canto de su mano. Haciendo
caso omiso del codo, Kotora instantáneamente contraatacó con una técnica
llamada Gyaku Ganseki Otoshi. (Arrojando
al enemigo cabeza bajo al suelo). Kanzaki no pudo resistir y colapsó. Kotora
pensó, “Lo logre.” Pero en ese momento se sintió mareado y cayó al suelo.
El Taijutsu de la escuela Musashi le permite
al oponente que ha ganado. El oponente piensa, “Lo logre”, y en ese momento baja su guardia, entonces
uno toma ventaja de su momento de guardia baja y logra la victoria final. Kanzaki no pudo evitar el aplastante gyaku
ganseki otoshi aplicado por Kotora, y fue noqueado. Por otro lado, Kotora
estaba sufriendo también un ataque a los oídos y al brazo izquierdo. La
articulación del brazo se había dislocado y él también se desmayó. Toda Sensei
volvió a ambos contendientes en sí. Después de que se recuperaron compartieron
el placer de haber tenido una buena pelea. Kanzaki dijo: “He tenido siete u
ocho combates en mi camino de Tokio a Kyoto en el Tokaido y nunca había sido
vencido. Estoy asombrado de mi derrota ya que Toda Sensei me dijo que tienes
sólo quince años de edad.” Entonces, Kotora y Kanzaki discutieron las
características del Taijutsu de la escuela Musashi entusiástica mente.
Los jóvenes maestros que siguen las mismas
artes marciales pueden hablar infinitamente.
Esencia
del Ninjutsu.
Como este episodio, hay muchos otros, tanto
dentro como fuera del Dôjô, ya que Takamatsu era muy valiente y habilidoso. Un
día comenzó a comenzó a incendiarse una parte del edificio, de la fábrica que
tenia su padre, todos los empleados corrieron asustados, pero Takamatsu se
colocó su ropa de entrenamiento, ya que esta era difícil de quemar, se echó
agua por encima y derribó los paneles de la pared (Fuzuma) con un palo corto
(Tanbo). De esta manera pudo evitar que el fuego se propagase.
Otra historia que transcurrió en la época, en
que Takamatsu se encontraba trabajando en la fábrica de su padre, que es
conocida como Tsujigiri. Así cuenta la misma:
- Hace tiempo había guerreros
descarados que probaban su habilidad cometiendo Tsujigiri (probar la espada de uno en victimas vivas e
inocentes.) Esta es una historia de cuando Takamatsu Sensei tenía dieciocho años de edad. En la fábrica de su
padre necesitaban aproximadamente unos 330,14 galones (Unos 1250 litros) de
agua cada día.
Cada mañana, usando una pértiga y unos cuatro
ganchos, Jutaro traía toda el agua de la fábrica. Esta hazaña ningún otro
hombre podía realizar. El agua provenía de la boca de una tortuga de piedra, que consistentemente
daba agua clara. Esta tortuga se
encontraba en un camino debajo de la montaña Maruyama, que estaba a siete u
ocho cuadras de distancia de la fábrica. Cada carga pesaba 529 libras, (Unos 240 Kilos.) Y eran necesarios
un total de cinco viajes desde la tortuga.
Jutaro
decía que esto era perfecto para acondicionar sus piernas y su cintura. Un día
un trabajador de la fábrica dijo: “Joven amo, pasé muy mal momento anoche.
Estaba trabajando solo en el puente Shin Bashi cuando un hombre bloqueó mi
camino. Si me movía a la derecha para sobrepasarlo, él se movía para bloquearme
y hacia lo mismo si me movía a la
izquierda. Entonces, me agarro por el cuello y me tiró al agua. Pensé que iba a
ser asesinado. Joven amo realmente no quiero estar errando por esa área después
de oscurecer.” Al escuchar de casualidad
esta conversación, otro trabajador agregó: “¿En serio? A mi también. ¿No es como los Tsugiris de los viejos
tiempos?“
Al escuchar esto, Jutaro dijo:
“Déjenmelo a mi.”
El puente Shin Bashi estaba en el punto donde
el río desembocaba en la costa marítima Akashi. Los marineros atan aquí sus
pequeños botes en los bancos y se lanzan a la mar desde este punto. En las
orillas hay diecisiete o dieciocho prostíbulos. Esa noche Jutaro cruzó el
puente Shin Bashi cuatro o cinco veces sin que nada sucediera. Al otro día hizo
lo mismo con el mismo resultado. Jutaro se dijo a si mismo: “Tal vez este
rufián sea alguien que me conoce.” A la
noche siguiente se puso un disfraz y se dirigió al puente. Como se esperaba,
cuando estaba en la mitad del camino sobre el puente, un hombre que usaba un
sombrero para cubrirse los ojos vino caminando hacía él. Jutaro se movió a la
izquierda para sobrepasarlo pero el
sujeto se ponía en su camino. Entonces agarró a Jutaro por el cuello e intentó proyectarlo usando su cadera. Jutaro
sacó panza y dejo caer sus brazos. El hombre persistentemente intentaba proyectarlo; Luego intentó pegar a
Jutaro con su puño, luego intento patearlo. Pero todos sus puños y patadas
daban en el aire. Cuando el hombre quedo confundido, Jutaro lo arrojó cabeza
abajo, gritando un kiai. El sombrero del hombre salió volando
y esté cayo sobre su estomago, quedando despatarrado como una araña
muerta. Jutaro giró al hombre sobre sí para ver su cara y aplicar el arte de la
resucitación. Era Myata, uno de los estudiantes de Mizuta Sensei, que tenía
rango medio en Jujutsu. Jutaro le reprendió con enojo: “¿Cómo puedes deshonrar
a tu escuela de esta manera? ¡Deberías estar avergonzado!!”
Esencia
del Ninjutsu.
En la fábrica de
su padre estaba trabajando un hombre de seguridad Ishitani Matsutaro Takekage,
quien descendía de una familia que colaboró en la zona de Iga con la familia
Hattori. Se dice que utilizaba un bokken como bastón. Ishitani fue maestro de Hon Tai Takagi Yoshin
Ryû (no confundir con Takagi Yoshin Ryû) y Kukishinden Ryû; Como es de suponer
Takamatsu a los 17 años de edad estudio con él hasta
sus últimos días ya que desgraciadamente, tras
dos años de estar juntos, Ishitani falleció en su regazo aproximadamente
en 1907.
Takamatsu no pasó
su examen físico para ingresar en el ejército debido al golpe en la oreja
izquierda que había recibido del Musashi
Bugeisha en su enfrentamiento en el Dôjô de Toda Sensei.
Entrenaba
regularmente subiendo el monte Maya donde se encontraba la cascada de la
tortuga. (Kame No Taki.) A los 20 años estuvo viviendo en la montaña durante un año. En su
estancia entreno su cuerpo y obtuvo una gran fuerza física y espiritual; Rompía
piedras con su dedo meñique y también continuo entrenando los waza. Se dice que cuando alguien subía a
la montaña podía predecir si era hombre o mujer.
Aproximadamente a
los 21 años se marcho
a China.
La China en aquellos tiempos se encontraba en medio de
grandes trastornos, caía el Imperio y en 1912 se proclama la República, cuyo
primer presidente fue Sun Yat Sen.
Desde esta fecha
China conoció la meditación de los japoneses, las luchas entre gobiernos del
norte y del sur, con grandes injerencias
Soviéticas y también las guerras locales entre grupos de bandidos. En Manchuria
los japoneses crearon el estado llamado Manchukuo.
En 1931 comenzaron
las dictaduras del Kuomitang. Había empezado la guerra contra los japoneses,
dirigidas por Chian Kai Shek. Esta guerra, enlazo con la segunda guerra
mundial, figurando China en el lado de los vencedores, fue reconocida como una
de las grandes potencias.
Allí se convirtió
a los 26 años de edad, en el presidente de la asociación Japonesa de Jóvenes
Artistas Marciales. Tuvo muchos alumnos, era considerado un Maestro de muy alto
nivel, no solo por su técnica sino más que nada por su fuerte espíritu y
personalidad. Takamatsu tuvo contacto con el Emperador de Shinkoku y parece ser
que participó en actividades políticas. Las cuales, Masaaki Hatsumi Dinodashi ha guardado en
secreto, algunas de las actividades del gran maestro Takamatsu Sensei.
Hay una historia
muy significativa en la cual se deja entrever la manera en que se lo conocía en
el norte de China en aquellos tiempos. Fue allí donde comenzaron a llamarlo
Moko No Tora. (El Tigre de Mongolia.)
- Esta
es una historia de cuando Jutaro tenía 26 años de edad. En varias ocasiones
en China participo en competencias de artes marciales y nunca fue vencido. Así,
fue recomendado para ser el presidente de la Asociación Japonesa de Jóvenes
Artistas Marciales. Lord Ren, el tío del anterior emperador de china, trataba a
Jutaro como si fuera su propio hijo. Siempre se jactaba de que su
Jutaro era un artista marcial de primera. Esto no era sorprendente ya que en ese tiempo tenia ochocientos estudiantes chinos,
japoneses, americanos y franceses. Cada noche enseñaba a 70 – 80 estudiantes. Incluso en el
sofocante calor del verano, él no mostraba ni una gota de sudor.
Escuchando estos
hechos, un maestro de Kung Fu Shaolín, Choshiryu
de la provincia de Santo, reto a Jutaro a una competencia. Choshiryu levantaba 112 Kilos unas 100 veces cada mañana. Jutaro lo
rechazó dos veces pero Choshiryu no aceptaba su rechazo. Esa noche, Jutaro
soñó con un demonio rojo gigante que
blandía una pesada barra de hierro para atrapar una pequeña mariposa. La
mariposa esquivaba los golpes sin dificultad una y otra vez. El sudor corría
por el demonio rojo y al cabo de un tiempo cayó y gritó: “¡Suficiente!”. A la mañana siguiente, Jutaro concibió la
técnica de la danza de la mariposa.
Lord Ren vino a
ver a Jutaro y le dijo: “Jutaro, Choshiryu vino otra vez. ¿Qué hacemos?” Jutaro
contestó: “Esta es la tercera vez que me propone una competencia. Esta vez
aceptaré su propuesta.” Lord Ren dijo: “¡Gracias, será un gran evento!” Lord
Ren les contó a todos los que se cruzo por la ciudad y luego informo a
Choshiryu de la aceptación de Jutaro.
Choshiryu tenía 37 años de edad, y pesaba 112 kilos y media aproximadamente 1’90 metros de altura. Jutaro pesaba
unos 75 kilos. La
competencia se celebro en la plaza del asentamiento inglés. Con Lord Ren como
referí, la competencia comenzó con Choshiryu
pegando un grito y saltando cinco metros mas cerca y pateando con la velocidad
de un dragón gigante. Jutaro saltó a la
derecha tres metros. Choshiryu saltó hacia
arriba, abajo, derecha e izquierda en un parpadeo. Cuando se venía otra
vez con un mortífero golpe de mano, Jutaro vio un punto resguardado. Intentó
usar el golpe del gateo. Choshiryu saltó hacia arriba 2 metros y devolvió fieras patadas y puños.
La acalorada
batalla se prolongo por dos horas cuando notó
que Choshiryu estaba sin aliento y sudaba copiosamente. Sus movimientos
se aletargaron notablemente. El punto
débil de un luchador grande la
incapacidad de soportar grandes batallas comenzó a aparecer. La visión de
Choshiryu estaba disminuida por el sudor que corría por su rostro. Jutaro no
transpiró ni una gota. Cuando Jutaro dijo: “Aquí voy.” Con una calma y una
sonrisa en sus labios, Lord Ren terminó la pelea.
El público gritaba
para que continuaran la pelea. Pero Lord Ren podía ver que Choshiryu no tenía opciones
de ganar. Jutaro y Choshiryu se
sonrieron el uno al otro en agradecimiento de
haber tenido una buena pelea.
Después de la
pelea, Lord Ren, Choshiryu y Jutaro fueron a un restaurante a celebrar la nueva
amistad, del tipo que solo puede venir del respeto ganado de una competencia
como la que tuvieron. Choshiryu alabó a Jutaro, mientras que el joven hombre
modestamente devolvía las gentilezas al mayor. Choshiryu anunció que deseaba
que Jutaro sea su hermano, por lo cual sellaron su vínculo
marcial con un trago de Sake. Hay
muy pocos vínculos entre amigos más cercanos que aquellos de hermanos en las
artes marciales.
Esencia del Ninjutsu.
Después de estar
aproximadamente 9 años en China Takamatsu
regresó a Japón en 1919. Muchas de las actividades en ese país son mantenidas en
secreto por Masaaki Hatsumi, pero se pueden percibir años muy intensos y
peligrosos.
Otro de los
relatos que han pasado a formar parte de la historia de la Bujinkan Dôjô
ocurrió cuando Takamatsu enfermo de beriberi. Este es un fragmento de la historia conocida
como: Yamagomori y Shutzan.
El nombre de Takamatsu sensei de niño era Jutaro, en marzo del trigésimo tercer
año de su vida, retorno a Japón. En su corazón anhelaba visitar la tumba de su
novia Kogane y también visitar a su abuela. Ella vivía en el distrito Higashi Shinkecho de la cuidad
de Hyogo. Cuando ella vio su rostro
lloró de alegría. Él le contó la razón
de su regreso a Japón. Desafortunadamente, no volvió para compartir el éxito
sino que volvió al hogar para curar su enfermedad, beriberi. Dejo entrever que deseaba usar su
casa para recuperarse. Ella le abrió su casa a él le dijo que descansase sin
preocuparse de nada que no sea recuperarse.
Paso un mes cuando
llego un mensajero de su padre de Akashi. Dijo que si la abuela insistía en
cuidar al joven Jutaro, el padre dejaría de enviarle la cuota mensual. La
abuela replicó: “¿Quién cuidará de mi querido nieto en su enfermedad si yo no
lo hago? Su padre dice que no puedo cuidarlo, que dejaría de enviarme la
mensualidad. ¡Déjelo dejar de enviarme
su dinero! Yo cuidaré de mi nieto si tengo que trabajar a mi avanzada edad para
hacerlo. Por favor relate lo que dije a mi hijo.”
Mientras ella
estaba echando al mensajero, Jutaro gateó fuera de su lecho de convalecencia y
dijo al mensajero: “¡Gracias al cielo que ha venido! Estaba planteando irme
pronto. Estaré suficientemente bien en un par de días.”
Su abuela sabía
que él no solo estaba enfermo de beriberi
sino que también tenia dañados los pulmones, por lo que ella dijo con
lagrimas cayendo por sus mejillas: “Jutaro, no importa lo que tu padre diga,
curaré tú enfermedad sin importar lo que tenga que hacer. Quédate aquí y
descansa.”
Jutaro no se
permitiría a sí mismo causar algún inconveniente por su culpa. Aún si ello lo
matara, no podía ir contra el camino del ninja. Recordaba el rostro sonriente
de su maestro, Toda Sensei, diciendo: “Aún cuando te enfrentes a una muerte
certera muere riendo.” Dos días después
de que el mensajero se fuera, se decidió partir. Pensó que cuanto mas pronto se
fuera menos inconvenientes le causaría a
su abuela. Esperó a que ella saliera de casa y entonces partió sin nada más que
las ropas que casualmente tenía puestas. Decidió que destino sería la montaña
Mayasan. (Maya es la madre de Buda.) Fue allí arrastrando sus pesadas piernas
afligidas por la enfermedad beriberi e hinchadas del tamaño de un
elefante. Era principios de
verano. Jutaro miraba al cielo mientras subía
el sendero de la montaña. A veces sus ojos se llenaban de lágrimas al hacer el
gran esfuerzo de dar cada paso.
“Kogane también murió! Yo moriré
de todas formas, así que prefiero morir en soledad.” Se arrastró sobre sus manos y rodillas, pero
finalmente llegó a Kamenotaki. (Cascada
de la tortuga.)
Jutaro sintió que
recuperaba algo las fuerzas. La soledad vuelve frío el corazón de una persona,
así que decidió encontrar algunos amigos. El viento y las aves lo llamaban. Los
animales lo llamaban desde la distancia.
Era un inconveniente moverse sobre el rastro al anochecer ya que no tenía
luces, pero Jutaro no tuvo dificultades ya que tenía dominada la técnica Ninpo
de ver a través de la oscuridad.
Una noche, Jutaro
se despertó abruptamente cuando alguien gritó: “¡Kaire!” (¡Vete a tu
casa!). El ensordecedor grito tocó las
entrañase interrumpió la oscura calma de la noche. Jutaro era valiente y volvió
a dormirse. Más tarde descubrió que se trataba
de un pájaro casi despierto. Varios días
mas tarde, un anciano vio a Jutaro bañándose bajo la cascada se le aproximó
para hablarle: “Joven hombre, pareces estar practicando ascetismo, pero: ¿Para
qué oras? “ Jutaro apenas podía hablar
pero respondió: “Quiero curar mi enfermedad.”
Los ojos del
anciano emanaban una calida luz, el anciano dijo: “Eso no debería ser una tarea
tan difícil. Tienes beriberi y la lombriz solitaria en tú estómago. Yo puedo
curarte. Liberémonos primero de las lombrices.”
Plegó sus manos en una de las posiciones Kiji In, en In. (Sellos de la espada.) Y con un grito se lo clavó a Jutaro en la
panza murmurando para sí. Trepó a una roca y se alejó, pero parecía que sus
pies no habían tocado suelo. La lluvia paró y el sol empezó a brillar, el
tercer día después de que se fuera el anciano, Jutaro sintió un enorme dolor en
su estómago y corrió detrás de la cabaña para aliviarse. Encontró dos lombrices
solitarias distintas. Después de un examen cuidadoso, vio que una lombriz tenía una línea vertical
a lo largo de su lomo mientras la otra tenia una línea horizontal. “¡Que
extraño verdad! En verdad lo hizo. ¡Que anciano mas extraño!” Jutaro empezó a
sentirse atraído por el misterioso poder del anciano.
Alrededor de diez
días más tarde, el anciano volvió a aparecer. “¿Cómo estás, muchacho? Creo que
te has desecho de las lombrices.”
“Tienes mucho
entrenamiento en las artes marciales. Tu mirada y movimientos agudos dejaron
una impresión en mis intuitivos ojos.”
Jutaro dijo:
“Hasta sabes que he practicado artes marciales, aún soy un principiante. Toda
Sensei muchas veces me dijo que uno no debería tener une postura o una actitud
que le permita a otros saber que uno practica artes marciales.”
El anciano,
replicó: “Creo que esta bien ya que eres tan joven. Cuando comparo la verdad
del interior de las artes marciales y la religión, veo que son de naturaleza
muy similar.”
Un día vio el
rostro del anciano reflejado en el agua y no dudo en llamarlo: “¡Sensei!” Y el
anciano le dijo: “Eres un buen muchacho, he
decidido enseñarte las habilidades que poseo, empezando ahora.”
El anciano decidió
enseñarle a Jutaro las habilidades para
predecir cuanto tiempo vivirá una persona, para ver en la oscuridad y traer la
libertad a los animales. Le había tomado una vida entera al anciano adquirir
estas habilidades. También le paso a Jutaro la manera de darse cuenta de los
cambios en la naturaleza y como predecir las tristes calamidades antes de que
ocurran. Jutaro comenzó a ver la luz
cuando se dio cuenta que el Ninjutsu y las habilidades de Karate y Jutaijutsu
que dominaba con maestría hasta aquí, eran habilidades de vida, para
sobrevivir. Una sonrisa se cruzó por la cara de Jutaro. “He estado entrenando
creyendo que las artes marciales proveen una técnica para vencer al enemigo,
mientras que el ninpo era el arte del furtivismo, de la invisibilidad. Pero
cuando pienso en la dirección correcta de obtener la iluminación o la
naturaleza de tales artes, todo se simplifica a estudiar las leyes de la
naturaleza.” Jutaro decidió continuar su
encuentro con la madre naturaleza por otros tres meses. Pasó sus días
entrenando tanto su mente como su cuerpo. El motivo por el que eligió ese
lapso, es que nueve es el mas fuerte de los números y diez simboliza hacer una
promesa o de cumplir un deseo. Cuando
pasaron noventa días, Jutaro le dijo adiós al gran sapo, la gran víbora, al
salto de la montaña, a las rocas y árboles con que se había amigado durante su
estancia en la montaña, entonces descendió.
Esencia del Ninjutsu.
Desde pequeño,
Takamatsu tenía un Kiai muy poderoso. No por nada fue considerado un pequeño demonio. (Kotengu.)
El Kiai, conocido
también como Ki y como Chikum, energía adquirida y desarrollada por: medio de
la práctica, la meditación y el refinamiento espiritual, y el conocimiento interno;
La cual ha permitido realizar grandes proezas a los Maestros del Bûdo. A continuación una historia conocida como
Yonindori.
-
Mientras iba a la escuela de inglés Akashi No Miya, Jutaro también iba al
instituto de literatura china. Día por medio, practicaba en el Dôjô de Mizuta Yoshitaro Tadafusa Sensei para
aprender el estilo Takagi Yoshin Ryû de Jujutsu. También iba de cuando en
cuando al Dôjô de Toda Shinryuken para aprender los secretos de Togakure Ryû
Ninjutsu.
Una tarde domingo, Jutaro paseaba por el parque
recreativo en la costa cuando vio a dos niños, uno de aproximadamente ocho años
y el otro de unos doce o trece, peleando por una hamaca. Cuatro hombres
aparecieron y empezaron a alentar al mayor. Fortalecido por el apoyo el niño
mayor pegó al menor. El mas pequeño se arrojo sobre su oponente quién cayó cara
arriba, el niño mas pequeño se sentó sobre él como cabalgando. En ese momento, uno de los hombres pego al
pequeño. Jutaro expreso que un hombre no debe pegarle a un niño. Se adelantó
para ayudar al niño cuando dos de los cuatro hombres vinieron y le agarraron
los brazos. Uno se movió detrás de él y empezó a estrangular su torso. El
último de los cuatro se movió frene a
él, lo agarró por el cuello y empezó a patearlo. Jutaro dio un Kiai y en un
abrir y cerrar de ojos, arrojo a todos ellos al río que corría detrás de él.
Más tarde oí que los hombres grandes que amarraron los
brazos de Jutaro eran luchadores de sumo del rango Juryo. El que lo agarró por
detrás era apodado: “el demonio de la aldea Okuratani.” Y era instructor de
Takagi Yoshin Ryû de Ishizaki Sensei. El que le agarró por el cuello era un
hombre afamado por tener la fuerza de cinco hombres, con su férreo cuerpo podía
fácilmente subir una roca de 80 kilos 108 peldaños de piedra del altar Hitomaru. Nadie podía con estos hombres ni aún peleando
con uno por vez. La noticia de la victoria de Jutaro se hizo conocida y se dijo
que un gran demonio había aparecido.
Esencia del Ninjutsu.
Otro de los lugares de entrenamiento elegidos
por Takamatsu fueron los templos situados en el monte Hiei. Un día se encontraba conversando con un amigo
monje budista, cuando apareció un lagarto caminando por la viga de la habitación.
Takamatsu le envío un Kiai al lagarto y este cayo inconsciente al piso, luego
de un rato despertó y desapareció. Paso
algún tiempo mientras seguían con su y el lagarto volvió a aparecer, pero esta
vez caminando por el piso. Takamatsu le envío otro grito y se volvió sobre su
espalda. Esta técnica es conocida como
Fudo Kanashibari No Jutsu. (Paralizar el enemigo a la distancia.) El monje quedo asombrado después de ver el
fabuloso poder de Takamatsu, un poder iluminado por la fuerza de voluntad.
Un tiempo después,
Takamatsu se encontraba en el patio del templo, cuando dio un Kiai a un ave la
cual cayó al suelo y se retiro dando saltitos, incapaz de salir volando. Ese
instante fue observado por un sacerdote anciano que quedó impresionado, por lo
que pidió que se hiciera sacerdote superior del templo Chusenji.
Las herencias de Iga:
Toshitsugu
Takamatsu heredó los siguientes Ryû Ha: Togakure Ryû Ninpo, Gyokko Ryû Kôsshi
Jutsu, Kotto Ryû Koppo Jutsu, Kumogakure Ryû Ninpo, Gyokushin Ryû Ninpo,
Shinden Fudo Ryû Dakentai Jutsu y Gykan Ryû Koppo Jutsu de Shinryuken Masamitsu
Toda. (Su abuelo.)
Kukishinden Ryû Happô
Biken y Hôntai Takagi Yoshin Ryû, de Ishitani Matsutaro Takekage.
Takagi Yoshin Ryû
Jutai Jutsu, de Mizuta Tadafusa Yoshitaro.
Takamatsu
Toshitsugu, paso la herencia de los Ryûha a Masaaki Hatsumi aproximadamente en1968. Finalmente había logrado
encontrar el heredero indicado para continuar con el legado de las antiguas
escuelas de Iga.
Este es un escrito
por Takamatsu Sensei luego del encuentro con Masaaki Hatsumi.
“Hace algún tiempo, era un
completo
guerrero
de la tradición Koppojutsu.
Yo era valiente como una
llama,
incluso en la contra violentos
animales.
Tengo un corazón que es como las
flores salvajes de la pradera,
recto y verdadero como el bambú.
Incluso diez mil enemigos no
pueden
causarme temor.
¿Quién es en este mundo capaz de
mantener viva esta voluntad del
corazón del guerrero?
Allí estas tú, enviado por los
Dioses Guerreros.
He
estado esperando por ti a través de los años.”
Takamatsu tuvo
muchos alumnos, pero su sucesor directo fue solo Masaaki Hatsumi, actual Sôke.
En aquellos
tiempos solían entregarse Menkyo, autorización para la enseñanza, pero eso no
significaba el legado directo, el cual figura en la genealogía de cada Ryûha.
Después de
entregar su legado, Takamatsu se retiro a terminar en el estudio de la
naturaleza. Había encontrado el secreto del ser invencible, la máxima
realización…
Takamatsu conocido
como Moko No Tora encontró su muerte física a los 84 años de edad el 2 abril de 1972.
Su gran espíritu se mantiene vivo en la mente y el corazón del actual Sôke
Masaaki Hatsumi.
Él mismo cuenta que el entrenamiento con
Takamatsu no ha finalizado, continúa en sus sueños, cuando en las clases
transpira, el vapor sube hacia el cielo y por medio de éste se comunica con su
Sensei para continuar la práctica.
“He
encontrado muchos
maestros
de varias artes
marciales,
pero encontrar
a ese
guerrero llamado
Takamatsu
fue una
experiencia
única. Incluso
lo
podía ver allí, pero era
como si
realmente no
estuviese,
como si existiese
en otra
dimensión.
Escalofriante,
tenebroso,
esas
son las únicas palabras que puedo utilizar para
describirlo….”
Masaaki Hatsumi Sôke.
Takamatsu Toshitsugu 33º
Sôke de Togakure
Ryû Ninjutsu.